Para no decir. Relato.

Para no decir.

 

Tu idílica estampa del jardín con flores. Tu magnífica descripción del atardecer de junio con ocres y platas bajo el campo de trigales. Tu bellísimo relato del regreso a la casa de los abuelos y el encuentro con  la vieja mecedora que recogía las siestas de tu padre con aquella gorra de paisano.

Tu airado relato del bar de copas y el adiós de la mujer que decías amar. Tu obstinado cuento sobre las aceras buscando putas baratas, a ser posible aderezado con el humo de tu cigarro y palabras como joder, follar, polla, coño, pene.

 

Tu inquietante descripción de las habitaciones vacías y lo que conlleva cualquier crujido, ruido extraño, con tus elucubraciones acerca del paso del tiempo y el recuerdo obstinado de un café, o un paseo al atardecer y aquel conflicto nunca resuelto que te mantiene insomne o a tu protagonista de tu objetivísima narración.

 

Tu sencillo cuento acerca de una mañana cualquiera tan cotidiana.

 

El Palacio de Hielo  de Madrid convertido en una Morgue.

Acerca de alenar

Alena Collar. Periodista. Escritora. Madrileña.
Esta entrada fue publicada en Relato. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.